martes, 26 de junio de 2007

VOLAR


Emancipado sea el canto
que acaricia el aire,

emancipada sea el alma
que duerme en mi.


Emancipadas sean las cosas
que rodean mi morada
y transitan con mi solitaria juventud.


Que vuelvan esas manifestaciones,
que la libertad roce mi escamada vida.


¡ Traedme la alegría!


¡ Traedme la tranquilidad
que un día juró no abandonarme!


¡Traedme las manos cálidas
con olor a rosa mosqueta!


¡Traedme el aire con olor
al Nevado de Longaví!


¿Dónde están las tijeras
y el papel celofán?


Que el adios se vaya para siempre
y que en su lugar venga mi feliz infancia
con mi dulce madre que no veo
hace cien años.
Ella

1 comentario:

ellarae dijo...

Si hay algo que me recuerda mi infancia, ciertamente es el Nevado de Longaví, desde mi casa tengo una vista privilegiada. Prometo poner una foto sacada desde mi casa.